jueves, 5 de marzo de 2015

FILOSOFÍA SANTO TOMÁS DE AQUINO

SANTO TOMÁS DE AQUINO
Nació en 1225 en el castillo de Roccasecca, cerca de Aquino. Fue un teólogo y filósofo católico perteneciente a la Orden de Predicadores. El principal representante de la enseñanza escolástica, una de las mayores figuras de la teología sistemática y, a su vez, una de las mayores autoridades en metafísica. Es conocido también como Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad, apodos dados por la Iglesia católica, la cual lo recomienda para los estudios de filosofía y teología. Fue muy popular por su aceptación y comentarios de las obras de Aristóteles, señalando, por primera vez en la Historia, que eran compatibles con la fe católica.
 Tomás asumió públicamente, numerosas ideas aristotélicas y completó las Exposiciones de las más destacadas obras de Aristóteles, del Evangelio de Juan y de las Cartas de Pablo el apóstol.
El pensamiento de Tomás de Aquino partía de la superioridad de las verdades de la teología respecto a las racionales, por la sublimidad de su fuente y de su objeto de estudio: Dios.
Aunque señaló que la razón era muy limitada para conocer a Dios, ello no le impidió mostrar que la filosofía era un modo de hallar conocimientos verdaderos.
Tomás señalaba que si se llegaba a una contradicción real y no aparente entre una conclusión de fe y otra racional, la errónea sería la de razón ya que Dios es infalible.
Tomás, como máximo exponente de la figura de Aristóteles, tiene en el ser el punto de partida de su esquema del pensamiento. Tomás asocia la esencia, por ser limitación, con la potencia aristotélica, y la existencia, por ser perfección, como acto.
Tomás se refiere a  Dios, como plenamente subsistente no-contingente luego su existencia se encuentra en su esencia, se define como el ser propio y absoluto, el Ser, como se verá.
A pesar del gran optimismo de Tomás respecto a Dios, éste no estaba dispuesto aceptar cualquier vía para demostrar su existencia. Su realismo aristotélico provocó numerosos enfrentamientos con los agustinianos.
Es poco menos que impresionante apreciar que Tomás, por defender la verdad, es capaz de negar uno de los pilares doctrinales de un Doctor de la Iglesia, que él, como devoto creyente, considera casi infalible.
Tomás da dos razones simples y fáciles de entender para negar la conclusión del argumento.
·        Una radica en la evidencia de la idea de Dios:
Que Dios existe, es ciertamente evidente en sí, porque es su mismo ser, pero con respecto a nosotros, Dios no es evidente. Que el todo sea mayor que las partes es, en sí, absolutamente evidente. Pero no lo es para el que no concibe el todo. Y así sucede con nuestro entendimiento.
·        Otra radica en la existencia de la idea de Dios:
Y de que concibamos intelectualmente el significado del término "Dios" no se sigue que Dios sea existente sino concebido en el entendimiento. Y en consecuencia, el ser más perfecto que se pueda pensar no es necesario que se dé fuera del entendimiento.
Aquí  Tomás distingue "pensar algo como existente" y "pensar algo ya existente", señalando que la existencia es necesaria, es un deber-ser meramente intelectual, no existencial.
Asimismo, Tomás defendió, con gran éxito, la posibilidad de que el mundo fuera causado y eterno al mismo tiempo, es decir, con término de ser pero no de movimiento físico, demostrando su cercanía con el pensamiento clásico griego.



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