jueves, 5 de marzo de 2015

ARISTOTELES

ARISTOTELES

Aristóteles nació en el año 384 a.c. en una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual pudo mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.
Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno. Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios fundador de la medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a pensar que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual pudo mostrar años después su gratitud adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor. En la filosofía, Aristóteles distinguía: 1) una parte teórica, relativa al ser, sus elementos, causas y principios, 2) una parte práctica: sobre la actividad del hombre, y 3) una parte poética: acerca de la creación. El objeto de la ciencia es lo general, a lo que se llega por la razón. Pero lo general existe sólo en lo singular, sensorialmente perceptible, y puede conocerse sólo a través de lo singular: es condición de todo conocimiento general, la generalización inductiva, que no puede realizarse sin la percepción por los sentidos. Aristóteles admitía cuatro causas: 1) la materia o posibilidad pasiva de un proceso de formación, 2) la forma (esencia, el ser del ente), la actualización de aquello que en la materia está dado sólo como posibilidad, 3) el principio del movimiento y 4) el fin. En Aristóteles, la naturaleza entera es concebida bajo el aspecto de consecutivas transformaciones de la «materia» a la «forma» y viceversa. Sin embargo, veía en la materia tan sólo un principio pasivo, asignaba la actividad a la forma y redujo a ésta el principio del movimiento y el fin. La fuente última de todo movimiento, según Aristóteles, es Dios: «motor primero e inmóvil». Ello no obstante, la doctrina idealista objetiva de Aristóteles sobre la «forma», en muchos sentidos es «más objetiva y más distante, más general, que el idealismo de Platón y, por tanto, en filosofía natural, con más frecuencia = materialismo» (V. I. Lenin, t. XXXVIII); «Aristóteles llega al umbral del materialismo» (Rosental & Iudin).
Así como Platón, desde una inspiración principalmente geométrica, es el fundador de la filosofía dialéctica, académica, aunque desarrollada por cauces no escolásticos, su discípulo Aristóteles, desde una inspiración predominantemente naturalista, es el fundador del sistema filosófico más poderoso del mundo antiguo, enraizado en las ciencias de su época, a cuyo desarrollo contribuyó en primera línea: ciencias biológicas, ciencias políticas, lógica formal. También es el creador de la teología natural y del monoteísmo filosófico, sobre el cual se apoyarían ulteriormente la teología judía, la cristiana y la musulmana.


PENSAMIENTOS

Aristóteles (384-322 a.C.) nos ofrece uno de los sistemas filosóficos más completos y profundos del pensamiento antiguo. Su reflexión se ocupó de todas las áreas principales de la filosofía (metafísica, filosofía de la naturaleza, teoría del conocimiento, lógica, antropología, ética, política, estética...) y en todos los campos, aunque influido por su maestro Platón, hizo aportaciones originales. La filosofía de Aristóteles (y su expresión cristiana en la filosofía de Santo Tomás) dominará el pensamiento occidental, tanto filosófico como científico, hasta la aparición de los nuevos sistemas en el Renacimiento (Galileo) y la Edad Moderna (racionalismo, empirismo, Kant), sin que estas nuevas filosofías, sin embargo supongan la desaparición completa de la idea del mundo y de los conceptos básicos propuestos 2.000 años antes por Aristóteles.

"Puesto que todo conocimiento y toda elección tienden a algún bien, volvamos de nuevo a plantearnos la cuestión: cuál es la meta de la política y cuál es el bien supremo entre todos los que pueden realizarse. Sobre su nombre, casi todo el mundo está de acuerdo, pues tanto el vulgo como los cultos dicen que es la felicidad, y piensan que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz. Pero sobre lo que es la felicidad discuten y no lo explican del mismo modo el vulgo y los sabios."

Aristóteles, Ética a Nicómaco,  I
“Si, pues, la mente es divina respecto del hombre, también la vida según ella será divina respecto de la vida humana. Pero no hemos de seguir los consejos de algunos que dicen que, siendo hombres, debemos pensar sólo humanamente y, siendo mortales, ocuparnos sólo de las cosas mortales, sino que debemos, en la medida de lo posible, inmortalizarnos y hacer todo esfuerzo para vivir de acuerdo con lo más excelente que hay en nosotros; pues, aun cuando esta parte sea pequeña en volumen, sobrepasa a todas las otras en poder y dignidad lo que es propio de cada uno por naturaleza es lo mejor y lo más agradable para cada uno. Así, para el hombre, lo será la vida conforme a la mente, si, en verdad, un hombre es primariamente su mente. Y esta vida será también la más feliz.”

Aristóteles, Ética a Nicómaco,  X
1.    La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.

2.    El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.

3.    El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.

4.    Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.

5.    La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.

Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.

Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.

No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.

La esperanza es el sueño del hombre despierto.

Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.





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